Pánico para terminar un texto. Nada es suficientemente bueno. Mis palabras no se amoldan a mis deseos. Se revelan. Acrecientan una selectividad creciento y comienzo a conformarme con utilizar solo algunas de ella. Pequeñas oraciones que condensan mucho (al menos eso creo).
Intentaré escribir algo màs extenso. Si no actualizo por los próximos días es porque me aleje de esta ciudad. Pero retornaré.
Las letras nunca alcanzan para las tempestades de nudos que uno tiene en el pecho. Al menos a mi me pasa. quizas a borges o a art no... pero a mi si...
Pánico para terminar un texto. Nada es suficientemente bueno. Mis palabras no se amoldan a mis deseos. Se revelan. Acrecientan una selectividad creciento y comienzo a conformarme con utilizar solo algunas de ella. Pequeñas oraciones que condensan mucho (al menos eso creo).
ResponderBorrarIntentaré escribir algo màs extenso. Si no actualizo por los próximos días es porque me aleje de esta ciudad. Pero retornaré.
Las letras nunca alcanzan para las tempestades de nudos que uno tiene en el pecho. Al menos a mi me pasa. quizas a borges o a art no... pero a mi si...
ResponderBorrarY entonces?
ResponderBorrarMás abismo, supongo. Porque es más silencio.
Y dónde acaban las palabras tambien acaba la ciudad. Y se acrecenta el deseo.
Y si la ciudad no gusta, la palabra no alcanza y el deseo es voraz; mejor el silencio.
y el abismo.
Aunque duela.
Te voy a extrañar! Mucho mucho.
ResponderBorrarTu nombre no es dolor. Y después de todo, qué es un nombre? Shakespeare en la voz de Julieta ya dijo sobre el tema suficiente.
Te quiero
a veces las pequeñas frases revelan mucho más que extensos textos
ResponderBorraresta frase es un ejemplo de ello
no sé por que cambió mi nombre de usuario
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