"Besémosla, le duele estar tan sola vaya a saber en qué aventura."
Cortázar, Julio, "Pectoral segundo", La noche de las amigas.
El dolor tiene sabor a hombre. Insípido. Pero ella llora ignorando que la redención puede estar en tu boca o en la mía. Mirála, tan frágil e impura, casi traslúcida. Contemplemos los vestigios de aquella que llora para sentir que no está tan muerta, tan seca, tan vacía.
La complicidad de la noche subyace entre las risas y el juego, entre el pecado y el deseo. Es tu turno querida P., el consuelo hoy está en tus labios. Su cuerpo clama por otra compañera de aventura.